viernes, 11 de marzo de 2011

En Mas Dalmau

Bueno, después de llevar un par de semanas en la ciudad (¿un par de semanas? en realidad parecen un par de meses como poco), he decidido dejar de hacer cosas cosas cosas para hacer este post que hace tiempo quería hacer.
Nuestra última parada fue Mas Dalmau, un lugar encantador en medio de un parque natural localizado en una montaña cerca de Sabadell.
Allí nos reencontramos con Manel, al que hacía dos años que no habíamos visto. Fue genial volver a vernos y convivir una temporada, y también poder ayudarle y aprender un montón de cosas superútiles.

Lo primero que hicimos, fue recoger aceitunas y hacer aceite de oliva, a lo que ya le dedicamos un post con vídeo incluido.

Después hicimos una parada para los mercados de artesanía.
Tras varios posibles diseños y algún que otro cambio en la estructura, al final ha quedado superestable, muy profesional.
Aunque no fueron todo rosas, en el proceso también tuvimos que superar algunas pequeñas diferencias que supimos resolver de forma pacífica y serena.
Después de hacer la parada, aún tuvimos la oportunidad de construir un invernadero para calentar unas habitaciones de la casa.
Este era el lugar donde lo hicimos.
Las habitaciones están arriba a la derecha, se puede ver una de las ventanas. El propósito es que el invernadero caliente el aire de la sala que hay debajo de las habitaciones, y que este aire las caliente.
Lo primero que hicimos fue hacer las vigas y colocarlas.
Luego pusimos las gomas donde apoyarían las placas para que no se escapase el calor.
Una vez colocadas las gomas, tocó recortar algunas placas, los perfiles de aluminio y ponerle a éstos sus respectivas gomas. Esto fue todo coser y cantar, pero para colocar las placas, Manel tuvo que hacer un ejercicio de equilibrismo extremo apoyándose sobre partículas de oxígenos mas pesadas..(es coña), pero fue complicado por la falta de apoyos.
Aquí la alegría de poner la última placa, y haber sobrevivido.
Y aquí ya terminada, a excepción de 3 perfiles que no tenían en la fábrica y hubo que esperar unos días por ellos.
El resultado ya se notó al día siguiente, que aunque no hizo mucho sol, ya subió la temperatura 6 grados.

Pero bueno, no penséis que todo fue trabajar. Además de hacer todo esto, tuvimos tiempo para hacer un mercado con la nueva parada
hacer galletas y multitud de otros postres bueníssimos
ver a más gente a la que llevábamos mucho tiempo sin ver
hacer nuevos amigos y nuevas amigas
hacer una excursión nocturna mágica recongelante
y sobretodo comer, mmm.., comer como en ningún otro lugar
Fueron unos días geniales!!

Un abrazo!!